Mi pequeño Jesús María:
La alianza que el Espíritu Santo realizó uniendo –por la gracia– mi Corazón de DiosHijo con el Corazón de la Madre Virgen es una comunión.
Adán y Eva realizaron una alianza, una comunión, una unidad para rebelarse al Amor.
El Padre Tierno y Misericordioso, a esta rebelión, respondió con otra alianza, con otra comunión, con otra unidad: el Verbo, que es Dios, se convertiría en Hijo de la mujer escogida, y así, nuestros Dos Corazones reparan a aquellos otros dos corazones, y a toda la humanidad.
Mi pequeño Jesús-María, nuestros Dos Sagrados Corazones Unidos, a través del Apostolado, quieren entrar en comunión con los hombres. Nuestros Dos Corazones vienen en busca de la comunión del hombre. ¡Escúchennos!
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.