Se tú mismo.
Pequeño confidente, no tengas miedo de hablar, que el miedo no calle la verdad en tu boca, hablas siempre en mi Voluntad.
Hay almas que me conocen y se han encontrado conmigo, pero amor es lo que aún debe florear en ellos. A ti, mi pequeño, yo te he concedido el don de la caridad, no tengas miedo de ser tú mismo, ser amor para el amor, amor para los hombres que acuden a ti porque se sienten escuchados.
Hay almas que también juzgan mis revelaciones y critican a mis profetas. No temas esas almas, no me oyen en estas revelaciones porque no me aman. Si supieran que Yo me manifiesto a ti porque te amo…
Manuelito, ama y sé tú mismo. Ama y sufre conmigo, como Yo lo hago desde la Cruz, pero se siempre astuto, prudente y sabio. Invoca al Divino Espíritu para que todo lo hagas como Yo lo deseo.
Te amo y te bendigo, pequeña alma.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.