Apertura de corazón.
Queridos hijos, hoy les invito a una apertura de vuestros corazones para que puedan amar, creer y confiar en el Señor.
Queridos hijos, el Señor les ama inmensamente, pero Él también necesita ser amado por ustedes. No desconfíen del amor del Señor porque la desconfianza lastima el Sagrado Corazón de Jesús. Ámenlo con todo el corazón, que el Señor sea el centro de sus vidas. Les invito a ser apóstoles encendidos en ese Fuego de Amor Divino para que acepten al Señor como el único Juez y Señor de vuestras vidas, para que el Señor gobierne a vuestras familias y en esta nación.
Oren por esta nación, hagan ayuno y penitencia por este pueblo. Oren por las familias, sean pastores de sus familias, enséñenles a sus hijos a orar, a amar, a confiar en el Señor, porque para eso se les han prestado para que les enseñen a orar y amar a Dios y al prójimo.
Yo les llamo y les bendigo. Oren, oren, oren, sean conscientes del momento que viven, sean responsables con las Gracias que les damos. Hagan silencio y oración en todo tiempo. Oren por Nicaragua, porque la violencia la destruirá. Oren por este pueblo.
Queridos hijos, por favor, oren y obedezcan a mis Llamados que, con amor de Madre de Misericordia, yo les entrego en este lugar, donde el cielo toca la tierra. Oren siempre.
Les amo y los bendigo, María su Madre Celestial.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.