Queridos hijos:
Soy la Madre de Dios y Madre de todos ustedes.
Durante mucho tiempo, el Espíritu de Dios ha venido preparando la gran manifestación de mi Corazón Doloroso e Inmaculado, y darle así, pleno cumplimiento a la Profecía de la Gran Señal aparecida en el Cielo.
Queridos hijos:
Yo soy la Gran Señal, soy el Corazón Doloroso e Inmaculado de María, soy la Mujer Vestida del Sol y he venido a llamar a todos los apóstoles de estos Últimos Tiempos. En la Obra de nuestros Sagrados Corazones Unidos quiero reunirlos a todos.
Las Últimas Trompetas del Libro del Apocalipsis (Apocalipsis 8, 6) son estos Últimos Llamados de Amor y de Conversión para toda la humanidad.
Vengo a mostrarles el Camino del Amor de Dios, vengo por todos mis hijos.
Yo soy el Arca que, entre nubes, luz y truenos, vio el Apóstol San Juan, soy el Corazón Doloroso e Inmaculado de María (Apocalipsis 11, 19).
Les doy mi bendición maternal.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.