La paz y la alegría de Nuestros Tres sagrados corazones, que son un único amor, una única voluntad, un único sentir por la Obra y la gracia del Espíritu Santo se derrame sobre todo mi Apostolado y que, también ustedes, estén dispuestos a abrirse a esa gracia.
Porque Yo, mi Madre y mi padre San José, todos los días derramamos gracias sobre toda la Obra magna y sobre cada uno de nuestros apóstoles, desde el más último hasta el más primero en la Obra.
Ninguno queda exento de recibir nuestras gracias y dones, y ninguna de sus familias quedan fuera de esta corriente del Amor Misericordioso.
Por lo tanto, exhorto que se abran, que sean ustedes los que nos permitan a nosotros actuar.
Está bien que nos supliquen, que nos pidan, que nos oren continuamente, pero acuérdense que ustedes deben dar el primer paso a la Obra, a nuestra acción.
Si ustedes nos piden gracias, favores, peticiones, pero no están abiertos, por más que lo pidan, nosotros no podremos forzar las aperturas de su alma, de su voluntad, de su espíritu.
Por lo tanto, ábranse, ábranse a la humildad, ábranse a la confianza, ábranse a creer, porque todavía les cuesta creer.
¿No solo pidan, también dispónganse a recibir, porque si no se disponen a recibir, cómo les puedo dar?
Ven, que no depende de mí el darles los dones, y el que ustedes los reciban, depende de ustedes estar abiertos a mi acción.
Y estar abiertos a mi acción implica creer, implica confianza, implica humildad, implica sencillez y simpleza.
En pocas palabras, para creer y recibir mi acción necesitan dejar tres cosas: soberbia, prepotencia y orgullo.
Dejando estos tres pecados, fácilmente, pueden ser discípulos y misioneros de verdad.
Que la soberbia, la prepotencia y el orgullo no dominen sus oficios de servicio, no dominen sus ministerios sacerdotales, no dominen su liderazgo en cualquier área dentro de la Obra Magna. No dominen su vida religiosa, no dominen su guía y coordinación dentro de los Cenáculos.
Eliminen, todos, la arrogancia, la soberbia, la prepotencia, el orgullo, para que la unidad cristiana inicie verdaderamente de ustedes, porque tienen no solo que pedir la unidad de los cristianos, sino construirla.
De nada sirve que pidan la unidad si el Apostolado es el primero que no lo construye.
De nada sirve pedir el Reinado del Amor si el Apostolado es el primero que no lo practica.
De nada sirve pedir la santidad de la Iglesia y de los sacerdotes si el Apostolado y los sacerdotes del Apostolado, también, no viven en esa santidad.
Pidan, pero lo que pidan, vívanlo en primer lugar ustedes.
Lo que pidan, vívanlo, primeramente, dentro del Apostolado, solo así podrán ver frutos, únicamente así podrán ver los frutos, siendo humildes en ser los primeros en obedecer la Divina Voluntad.
Deseo transmitir algunas instrucciones de modo general a toda mi Obra Magna.
Primero:
Escuchen al instrumento.
Yo le he pedido silencio porque muy pocas veces ha sido escuchado y menos son las veces que se ha tomado en cuenta su persona.
Y esto lo vuelvo a decir, no es de prepotencia y orgullo, de comunión, de unión y de escucha.
Segundo,
No den absolutamente a ninguna persona fuera de coordinación, que son los únicos que les incumbe tener los números y los contactos del padre Teófilo y del instrumento, e inclusive de la vicecoordinadora mundial.
Para eso tienen una secretaria mundial general, que ella es el contacto y el puente entre la Obra Mundial y los apóstoles.
Por favor, tengan cuidado, prudencia, obediencia en escucharnos, en escuchar nuestras instrucciones.
Tercero:
Formen, ya, los equipos de trabajo y pongan el anuncio, sobre todo en las coordinaciones, para que ya se empiece a trabajar con los medios sociales del Apostolado, las redes sociales, las páginas web.
Cada idioma puede tener una red social oficial en su lengua, unas redes sociales oficiales, oficiales propias para el español, propias para el inglés, propias para el portugués y así sucesivamente.
Una cuenta oficial del Apostolado propia para cada idioma.
Sin temor lancen la invitación.
Necesito que se reactive la Radio en Línea del Apostolado, en la cual se transmitan 24 h, como lo estaban haciendo: los Llamados, los rezos, las conferencias, las charlas, las catequesis, las devociones.
También necesito que tengan paciencia, el Apostolado tiene mucho trabajo por hacer.
Toda comunicación en el Apostolado debe ser entre coordinadores.
Si un apóstol necesita alguna ayuda o respuesta, que lo diga a su coordinador, el coordinador al coordinador de su país, el coordinador de su país a la coordinación de la Rama o a Coordinación Mundial.
Pero todo debe llevar este acto correcto de obediencia para que toda comunicación permanezca en común unión y no se vuelvan los secretismos ni las preferencias.
Por favor, todos ustedes, amados coordinadores, háganse entre ustedes y hagan a cada apóstol el más humilde que hay dentro de un hogar.
Háganse sentir todos dentro del hogar de Nazaret.
Todos deben hacerse sentir dentro del hogar amoroso de Nazaret.
Por favor, empiecen ya, que los necesito.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.