23 de noviembre del 2024 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

23 de noviembre del 2024 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

Paz y alegría de parte de nuestros Sagrados Corazones Unidos para todos ustedes, amados hijos. 

Es muy necesario que el Llamado de Amor y Conversión de mi amado Jesús, dado ayer viernes, vuelva a ser leído y meditado junto a este Llamado de Amor y Conversión que Yo les entrego sábado. 

Es tan importante, amados hijos, que comprendan la importancia de este retiro, Primer Retiro Mundial Oficial del Apostolado. La presencia y la persona del mensajero no es necesaria ni importante. Lo importante es que mi pequeña nada ha transmitido el Llamado desde el primer día que Yo se lo pedí, aquel 15 de julio del 2013. 

Él no es importante, solamente nuestro Llamado de Amor y de Conversión, a los cuales no deben tener ningún miedo a recibirlos en el corazón, porque nuestros Llamados de Amor y de Conversión solamente y únicamente quieren retornar a sus corazones el Evangelio de mi Hijo Jesús. 

Es necesario que todos los participantes de este retiro, sacerdotes, religiosos, laicos, jóvenes, sepan que nuestras apariciones, que los Llamados de Amor y de Conversión, que el Apostolado que hemos fundado y que esta revelación privada, están al servicio de la Iglesia y para reafirmar, no aumentar, ni cambiar, ni disminuir, sino afirmar el Evangelio de Jesús y la Doctrina de la Iglesia. 

Por lo tanto, como Madre de ustedes, les pido reciban este Apostolado en sus corazones como un Don de la Misericordia de Dios. Ninguno de ustedes, amados hijos, ningún sacerdote, ningún religioso, ninguno de ustedes, hijos, hijas, está en este retiro, Primero Oficial del Apostolado, por coincidencia, por invitación humana, por intervención humana, cada uno de ustedes está en este retiro guiados, llevados, asistidos, conducidos y presentes por Mí y solamente por Mí. 

Amados hijos, se les está dando una oportunidad a cada uno de ustedes. Ustedes, deben ser los nuevos san Francisco de Asís, los nuevos san Juan de la Cruz, las nuevas Santa Teresa de Jesús que reformen la Iglesia desde adentro, con el espíritu primitivo, fiel, íntegro y enamorado de Cristo. 

El Apostolado en este tiempo, ustedes en este tiempo, tienen la oportunidad dada por la Divina Providencia de renovar la Iglesia, de renovar sus parroquias, de renovar sus pueblos y países con nuestros Sagrados Corazones Unidos. 

Ustedes, amados hijos, tienen, hoy, la oportunidad de ser santos. Y a pesar de sus miedos, de sus temores, de no saber, de no sentir, de no escuchar, para eso se les están dando nuestros Llamados, para que nos escuchen, para que nos entiendan, para que nos comprendan, para que nos obedezcan. 

No es necesario que cada uno tenga una revelación individual, no, escuchen nuestros Llamados de Amor, ellos bastan para que vivan los deseos de la Divina Voluntad. 

Por favor, amados hijos, no pierdan esta oportunidad que les está regalando la Divina Providencia. No la pierdan. Únanse a las Ramas, únanse a las Fraternidades, únanse a las Cruzadas. Reconcíliense entre todos. Que la Coordinación Mundial se reconcilie con los apóstoles. Que los apóstoles se reconcilien con la Coordinación Mundial. Nadie, absolutamente nadie, debe irse sin reconciliarse de este Retiro Oficial. Nadie, hijos amados, debe irse sin unidad ni reconciliación y sin integración a la estructura, al orden, a la armonía del Apóstolado. 

Amados hijos, amadas hijas, todos ustedes participantes del Retiro, deben salir comprometidos de verdad con un ministerio dentro del Apostolado. 

Los sacerdotes, los quiero como directores espirituales de tantas áreas dentro de la Obra Magna que aún no tienen director espiritual. Hay áreas de mi Obra que aún no tienen equipo de coordinación. Deben formarlos con los que están presentes en persona en este momento en el Retiro. 

Nadie, hijitos, hijitas, nadie debe retirarse de este Retiro Oficial sin reconciliación, sin perdón, sin unidad, sin una responsabilidad dentro de la estructura, según los Estatutos del Apostolado. 

Nadie debe irse de este retiro sin haberse comprometido con un área del Apostolado.

Por favor, hijitos amados, acaten este pedido maternal comprométanse verdaderamente, sin miedo, con mi Obra. Nadie puede irse de este Retiro Oficial sin un compromiso dentro de cualquier área de la Obra Magna. Nadie puede regresar igual y regresar sin una misión. Nadie. 

Por favor, juntos organicen mi Obra Magna. 

A mis sacerdotes les beso sus manos y a todos ustedes, hijitos, beso sus frentes. 

Los amo y los bendigo con mi Bendición Maternal. 

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado original concebida.

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