Iluminen la tierra, Apóstoles de los Últimos Tiempos.
El instrumento:
San Pío de Pietrelcina y San Juan Bautista María Vianney están presentes.
San Pío de Pietrelcina:
Escribe, hijo mío, este apremiante llamado a todos los Apóstoles de los Últimos Tiempos.
Ejército de la Reina Celestial escuchen y obedezcan: Ha llegado el momento de que iluminen la tierra, ya que ésta agoniza en la oscuridad de la muerte. Apóstoles de Jesús y de María, salgan con las antorchas encendidas de la Palabra de Dios a iluminar a este mundo cegado y oscurecido por el denso humo de satanás.
Pequeños Apóstoles, salgan, por doquier, a propagar los Cenáculos de salvación y de oración, pequeñas barquillas para rescatar almas y preparar al Ejército del remanente fiel a Dios y a Su Cordero.
Hijos, iluminen la tierra con el testimonio de vuestras vidas, viviendo en el Espíritu de la Cruz los Llamados de Amor y de Conversión, para que desde el amor vivan en santidad.
Llamamos a todas las almas consagradas, sacerdotes, religiosos y religiosas, que son almas apostólicas del Remanente Fiel, a defender con vuestra vida y ejemplo la Iglesia de Jesús.
Ve tú, pequeño, y prepara el Pequeño Rebaño para que pronto el Pastor os encuentre preparados para guiarlos a las praderas del Reino Eucarístico.
Apóstoles de los Últimos Tiempos amen la Sagrada Eucaristía.
Hijo, te bendecimos y a tu director espiritual.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.