Apóstoles de los Dos Corazones.
El mundo necesita el amor, pero el mundo no tendrá el amor sí a los que llamo y escojo no responden.
Por lo tanto, hijos amados, es a ustedes a quien Yo llamo. Los llamo a responder al llamado que les hago.
La humanidad, la Iglesia, sus países necesitan de almas decididas. Y solamente las almas decididas podrán llevar a cabo el gran triunfo de los Sagrados Corazones.
Ustedes sean almas decididas. Sean almas que digan sí a nuestro Dos Corazones.
Después de este Retiro Espiritual, todos deben de decir Fiat. Todos deben de comprometerse con la Obra Magna. Todos deben de entregarse a la Obra Magna. Todos deben de unirse por amor, a la obediencia de los Estatutos y todas las coordinaciones obedeciendo los Estatutos deben servir, pero con amor, fomentando la unidad, la fraternidad, la reconciliación y el amor.
Nadie, absolutamente nadie, hijos amados, puede irse igual. Todos respondan su Fiat a la obediencia, a la unidad, a los Estatutos. Y a donde el Apostolado les pide trabajar y comprometerse, únanse. Únanse en una sola Obra Magna.
Su Padre Tierno y Misericordioso los bendice.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.