Querido hijo de mi Sagrado Corazón Eucarístico:
El Espíritu Santo y el Corazón Doloroso e Inmaculado de mi Inmaculada Mamá te han concedido la gracia de sentir con la Iglesia el Census Ecclesiæ, y en este sentir y amar y sufrir con la Iglesia un amor grande y una devoción profunda por mis sacerdotes.
Por eso, también, a través del Espíritu Santo y de nuestros Sagrados Corazones Unidos te ofreces como alma víctima por la santidad del Santo Padre y de todos los sacerdotes y ofreces tus sufrimientos corporales y místicos por las intenciones de nuestros Sagrados Corazones para con los sacerdotes.
Yo, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo y Reina con amor y poder desde el Trono del Padre he venido a reunir con mi Apostolado un ejército sacerdotal. Sacerdotes a imagen de mi Corazón Eucarístico que preparen al mundo para el reinado de nuestros Sagrados Corazones Unidos.
Te amo y te bendigo mi víctima de amor por los sacerdotes, mis ministros.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.