Yo les formo en mi Vientre Queridos hijos:
Yo soy la Madre del verdadero Dios, por quien se vive, por quien todo existe, todo se mueve… porque no se mueve la hoja de un árbol sino es por la Voluntad del Señor.
Queridos hijos, están en proceso de gestación espiritual. Yo los voy formando en mi Vientre, para la Gloria de Dios. Para la Gloria de Dios, pero, sólo cuando estén formados completamente podrán ser dados a Luz, en el Espíritu Santo, al pie de la Cruz.
Queridos hijos, cada encuentro de oración conmigo es una nueva etapa en sus vidas espirituales. Les hemos llamado y por eso queremos hacerles conscientes de su misión. Recuerden que les dije que toda la Iglesia ha sido confiada a sus oraciones. No es poco lo que les he confiado. Tomen conciencia de su responsabilidad conmigo. Son hijos y son soldados.
Queridos hijos, el soldado obedece, porque lucha contra sí mismo, lucha contra su voluntad, renuncia a él para seguir las órdenes que se le da. Por eso aumenten su confianza y también crezcan con disposición para que la Voluntad de Dios se haga en cada uno de ustedes.
Queridos hijos, está llegando el tiempo de mi Triunfo y por eso vengo como su Madre de Guadalupe.
Porque es así, queridos hijos, que Yo daré a Luz a los nuevos hijos de Dios, de los apóstoles de los Últimos Tiempos a quienes formo en la oración, en la lectura de la Santa Palabra, en el ayuno.
Queridos hijos, Yo les amo y les animo a disponerse a crecer en santidad, verdad, con sinceridad, con confianza, abriendo su corazón, despojándose de todo, desvaciándose de todo, para que se llenen solamente de Dios.
Queridos hijos, desde 1917 se inició la Era de María. Desde este tiempo Yo había pensado en cada uno de ustedes para este servicio que, desde Fátima, he ido anunciado al mundo entero.
Queridos hijos, vienen tiempos de grandes crisis mundiales y son ustedes, los apóstoles de María, quienes deben ser sostén de sus familias, de la sociedad, de la Iglesia.
No tambaleen con los problemas, sino que aférrense al Santo Rosario.
No se dejen vencer por la tristeza, el desánimo, la depresión, la tibieza, sino que oren con más fuerza, oren con más intensidad. Porque el Cielo urge a que cada uno de ustedes estén viviendo en este tiempo; que no es para distracciones, no es para bajar de sus manos el Santo Rosario.
Oren, oren porque mi Llamado es urgente, sólo les pido que oren, sean obedientes a mis mensajes y regalen agua de esta fuente al enfermo. Bendigo esta fuente de gracia, les insto a que la usen con devoción, a que rocíen sus familias, sus hogares, cada gota de esta fuente será una Lágrima de mi Doloroso e Inmaculado Corazón que sufre porque el mundo no cambia y camina hacia un abismo y destrucción.
Queridos hijos, he advertido, he amonestado, he avisado, pero los hombres endurecen más su corazón. En cambio, ustedes, consuelen y reparen con su tiempo y vida, oraciones, con su entrega reparen y consuelen. No tengan miedo que, todo lo que es suyo es mío.
A todos les tengo en mi Corazón Inmaculado, les amo y les bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.