Sigue mis huellas.
Querido hijo, sigue mis huellas, vengo a consagrar tu mente y tu cuerpo, tu alma y tu espíritu. Sigue mi Espíritu, sigue mis pasos.
El instrumento: luego me dijo que repitiera el siguiente mensaje:
Penitencia, penitencia, penitencia. Os amo a todos. Queridos hijos, amen más a mi Hijo Jesús. Les doy mi Bendición.