Mi pequeño Jesús-María, oblato de Nuestros Sagrados Corazones Unidos.
Es mi deseo que del día 30 de noviembre al día 8 de diciembre inicien una Cruzada Eucarística-Mariana.
Orando todos estos nueve días la Corona de Oro del Corazón Doloroso e Inmaculado, de modo que así se preparen para la gran Solemnidad de mi Inmaculada Concepción.
Que en estos días cada Rama, Cruzada, Fraternidades y Ministerios tomen un día que dirijan esta Corona de Oro Mariana.
Pidiendo por estas intenciones:
- En acción de gracias por los dones recibidos en el retiro.
- Por el fortalecimiento del perdón y de la unión del Apostolado Mundial.
- Reparación de todos los pecados del Apostolado.
- Reparación por todos los pecados personales.
- Reparación de todos los pecados del Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia.
- Reparación por el escándalo de la división de los cristianos.
- Reparación por los pecados contra la dignidad humana: aborto, eutanasia, guerras, violencia.
- Reparación por el pecado más grande de la humanidad: rechazar el Amor de Dios por medio del Don del Espíritu Santo.
- Consagración del mundo entero, de la Iglesia Universal, de todas las Iglesias apostólicas y cristianos de otras denominaciones. Consagración de las familias, pueblos, ciudades, países y gobiernos del mundo a los Sagrados Corazones Unidos y al Espíritu Santo.
Cada día ofrecerán la Corona por cada una de las 9 intenciones.
Pido que la Cruzada Musical Mater Christi, el Apostolado Juvenil, el Ejército Blanco y el Ministerio de la Alianza de los Dos Corazones dirijan una Hora Santa Mensual, juntos: con oraciones breves del Apostolado y oraciones espontáneas, cantos y lectura de la Palabra de Dios y de los Llamados de Amor y Conversión.
Escojan juntos la hora y día para hacerlo, empezando este mes de diciembre.
Todas sus súplicas realizadas en el Retiro han sido escuchadas y atendidas por el Amor Trinitario, confíen, crean, paz.
Mi pequeño oblate, Dios Padre ya no quiere más divisiones en el Apostolado, ofrécete más por esa intención y grítalo a los corazones de tus hermanos.
Para que haya UNIDAD debe haber HUMILDAD de todos
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.