Queridos hijos, sean portadores del Amor. Prediquen el Evangelio de Jesús con vuestras acciones. No desperdicien el tiempo condenando vuestras almas; si no que luchen por la santidad, por la pureza del corazón. Abran sus corazones a la acción del Corazón Eucarístico de Jesús. Consúmanse en el Amor de mi Hijo, porque Él les ama y Él ha sufrido por ustedes en la Cruz.
Hijos míos, no den más tiempo al pecado, conviértanse ahora. ¡Vivan en la santidad! ¡Vivan en el Amor! Y el Espíritu Santo estará con ustedes si obedecen la Palabra, si reciben a Jesús en la Sagrada Eucaristía. Y, cuando oren el Santo Rosario, el Espíritu Santo los transformará a la medida que ustedes abran sus corazones al Amor de Dios, al Amor Infinito del Señor.
Yo les amo y les bendigo.
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
Dice el hermano Manuel de Jesús: Nuestra Santa Mamá está dejando caer una lluvia de rosas sobre esté lugar.
Continúa el mensaje del Doloroso e Inmaculado Corazón de María:
Mis escarchas ya anticipaban esta gracia. Hijos míos, correspondan a lo que les estamos dando. Esfuércense en amar a mi Corazón Inmaculado. Ya no den tiempo a la frialdad. Comprométanse con la Cruz de mi Hijo, porque Él les ama.