Mi Sagrado Corazón viene a iluminar al mundo.
Yo Soy, Nacido, Encarnado, que abre su Sagrado Corazón. Este Corazón que se abre con Amor y Misericordia para todas las almas de los pobres pecadores. Hoy las Sagradas Llagas de mi Cuerpo se vuelven a abrir para toda la humanidad.
Clamen misericordia para toda la humanidad porque el instante de los instantes se acerca a todo el mundo. Sientan palpitar mi Sagrado Corazón, este Sagrado Corazón que viene a iluminar al mundo. Este Sagrado Corazón que limpia toda la tierra.
Yo deseo todo bien para sus almas, búsquenme en la Sagrada Eucaristía, ahí estoy con ustedes en plenitud. Y, hoy, vuelvo a pasar como pasé por las calles de Jerusalén para limpiar a los leprosos, sanar a los enfermos, para dar vista a los ciegos, para curar a los sordos. Hoy vengo a sanar a las almas tullidas, a las almas paralíticas, a las almas que aún no quieren levantarse. Y, hoy, ustedes, con mi Preciosa Sangre quedan consagrados como el Ejército de María.
Doy consuelo a sus corazones y los libero de toda atadura para que crean que Yo Soy el Hijo de Dios. He muerto por ustedes, pero también he resucitado.
Oren, oren, oren mucho por el peso de los pecados de la humanidad. Oren, oren, oren, mis pequeños discípulos, que Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo; y mi Madre, Arca de la Nueva Alianza, la Zarza que arde sin consumirse, está con ustedes, orando junto a ustedes.
A todos los bendigo y todos quedan en mi Sagrado Corazón.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.