Alabado sea el Sagrado Corazón Eucarístico de mi amado Hijo Jesucristo.
Queridos hijos de mi Doloroso e Inmaculado Corazón:
Enviada por la Santísima Trinidad, deseo revelar a ustedes –apóstoles de Nuestros Dos Corazones– y entregar al mundo y a la Iglesia un gran don y es un nuevo Ministerio dentro del Apostolado.
Este Ministerio se llamará: La Alianza de los Dos Corazones. Tendrá como lema y misión “Construyendo la Civilización del Amor”.
Este Ministerio, la Alianza de los Dos Corazones, es: Nuestros Dos Corazones en acción, Nuestros Dos Corazones trabajando por nuestros hijos.
Los servidores de este Ministerio serán nuestras manos, nuestros oídos, nuestros ojos, nuestros pies, nuestro propio corazón, construyendo en cada rincón del mundo la Civilización del Amor. Por ello, ¿Cuál será la misión de este Ministerio?:
La promoción humana y social, realizar proyectos de caridad, realizar las obras de misericordia corporal y espiritual, atender a los más pobres entre los pobres, con alimentación, educación, medicina, asistencia humana integral, asistencia espiritual, asistencia médica, consejería, orientación y ayuda psicológica, médica y material.
Este Ministerio debe servir a los más pobres entre los pobres. Para ello formarán un Equipo de Coordinación como está establecido en los Estatutos del Apostolado: Un Director Espiritual, un Vice-director Espiritual, un Coordinador, un Vice-coordinador, un Secretario, un Tesorero y todos los demás miembros de este Ministerio que no ejerzan un oficio de servicio se le llamarán voluntarios.
Además, este Ministerio en cada Centro de Espiritualidad que nuestros Sagrados Corazones han pedido que se edifiquen, deberá contar con un Centro de Ayuda.
En este Centro de Ayuda deberán tener un centro de acopio para ayudar a los necesitados con asistencia básica de alimento y de asistencia humana, médica y espiritual, donde puedan darles de comer, de beber; donde puedan dar alivio a los sufrimientos morales, corporales, personales a cada uno de mis hijos. En este lugar de acopio de ayuda acogerán a todos los que se acerquen pidiendo misericordia en todo el sentido de la palabra. Este Ministerio de la Alianza de los Dos Corazones también debe formarse con la Doctrina social de la Iglesia, con la Teología del amor humano y del cuerpo de san Juan Pablo II y con las enseñanzas de santa Teresa de Calcuta.
Todo el Ministerio, tanto el equipo de coordinación como los voluntarios deben formarse en esta doctrina, en la doctrina humana y social de la Iglesia, para atender a los necesitados y no solo a los pobres materialmente, también hay muchos, hijos míos, pobres moralmente.
En este Ministerio de la Alianza de los Dos Corazones deben y pueden desempeñar su servicio humano y espiritual para santificarse desde sus propias profesiones y trabajos; santificando el trabajo, la ciencia, el estudio y el oficio diario.
Maestros, médicos, psicólogos, catequistas, altruistas, en fin, todo aquel que desea ejercer un bien desinteresado para sus hermanos desde su propia profesión y condición y desea ponerse al servicio de los más pobres entre los pobres, puede ser parte de este Ministerio y, siempre, todos amando y obedeciendo al Estatuto del Apostolado y a su equipo de coordinación.
El equipo de coordinación de este Ministerio será tanto mundial como nacional y regional. Así como cada Cenáculo puede también aperturar un Ministerio de servicio y de ayuda benéfica y de caridad.
Este Ministerio de la Alianza de los Dos Corazones, además de construir la civilización del amor, sirviendo a Jesús en los más pobres y necesitados, deberá ayudar en el servicio de asistencia y de protocolo dentro del Apostolado, en los retiros, en las peregrinaciones, en los congresos y en tantas y diversas actividades de la Obra Magna; en el área litúrgica, dentro del Santo Sacrificio de la Misa, en la celebración de las Devociones y Cenáculos del Apostolado.
Esta Alianza de los Dos Corazones debe orar, promover y trabajar por la unidad cristiana.
Nuestros Sagrados Corazones, por medio de este Ministerio de la Alianza de los Dos Corazones, también quiere promover y ser un puente con este Ministerio para la unidad de los cristianos. Que todos los cristianos de todas las confesiones puedan ver en este Ministerio un espacio donde sean acogidos y escuchados.
Que el verdadero espíritu ecuménico, de unir a todos bajo la guía y el amor de Pedro, sea concretado a través de este Ministerio.
El Ministerio de la Alianza de los Dos Corazones, uniendo a oriente y occidente y uniendo a todos aquellos que creen en Cristo –pero que aún no son parte de la Iglesia– a través de la construcción de la Civilización del Amor, reconozcan la urgencia de la unidad en la caridad.
A través de este Ministerio, deseo que ayuden a los más pobres entre los pobres, que ayuden como voluntarios a servir a mis hijos más necesitados en todas las áreas humanas.
A través de este Ministerio, deseo reavivar un espíritu de corresponsabilidad, de ayuda en la liturgia y en las celebraciones de piedad del Apostolado.
A través de este Ministerio, el cielo desea promover la unidad de los cristianos. Tendrán como santos patrones Dios Padre Tierno y Misericordioso, al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, a Dios Espíritu Santo, al Corazón Doloroso Inmaculado de María, al Casto y Amante Corazón de San José, a San Juan Pablo II, a Santa Teresa de Calcuta.
Este Ministerio de la Alianza de los Dos Corazones deberá celebrar y hacerse cargo de la organización de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Deberá promover la oración y la ayuda a la Iglesia necesitada y a los cristianos perseguidos y celebrarán un Retiro Eucarístico- Mariano, ya sea mundial, nacional o regional, en la Jornada Mundial por los Pobres, que cada año designa la Santa Iglesia.
Sean pues, hijos míos, mis manos, sean mis pies, sean mi voz, sean mi corazón en acción, sirviendo a todos, construyendo con Nuestros Dos Corazones la Civilización del Amor.
Yo los bendigo con mi Doloroso e Inmaculado Corazón.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.