El instrumento:
¿En qué puedo servirte?
Jesús:
Pequeño, únete a mi Sagrado Corazón y recibe gracias de Amor y de Misericordia para tu vida. Hijito, hoy es otro día para seguir aprendiendo.
El instrumento:
Jesús, soy el hijo de tu Esclava. Lo que Tú digas es Vida y Verdad.
Jesús:
Manuelito, lo que Yo te he enseñado ha brotado de mi Sagrado Corazón en unión y conformidad con las Escrituras. Caminemos.
Pequeño, ahora en tu tiempo observas que el consumo se implanta en muchos pueblos de la tierra. Muchas naciones sufren de varias formas dictaduras y persecución. Hijo, todo esto es un plan ya ejecutado por la masonería dentro de la política, del consumo y del anticristo para establecer un orden mundial diabólico, para someter a los pueblos, destruir naciones y para empobrecer al hombre.
Hijo, sé que son noticias duras y tristes las que hago conocer, pero Mi promesa es viva e incambiable, al final el Corazón Doloroso e Inmaculado de Nuestra Mamá triunfará y será Puerta del Reinado de la Eucaristía. En este triunfo final el comunismo mundial caerá, la masonería desaparecerá y el Cordero con sus Ejércitos Celestiales atará y arrojará al lago de azufre al anticristo, al falso profeta y a satanás.
Hijo, al final de la noche terrible que pesa sobre la humanidad, brillará el Sol del Resucitado.
Ora por los pueblos, por eso es urgente y necesario la consagración de los pueblos y el mundo a Nuestros Sagrados Corazones triunfantes.
Te bendigo. Bendigo tu misión. Une a los pueblos a Nuestros Corazones Unidos.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.