Dios desea el crecimiento de sus apóstoles. Dios llama a sus apóstoles y, después de que los apóstoles le han dado el Fiat, Dios los forma. El Padre, el Hijo, y el Divino Espíritu desean que las almas se encuentren con su Amor Misericordioso y reciban la Luz de la Santísima Trinidad, y caminando en ese perfeccionamiento espiritual unan la voluntad humana a la Voluntad de Dios, y en esa donación de la voluntad del hombre a Dios se realice un intercambio de corazones.
Hijos de los Sagrados Corazones, Yo, Teresa de Jesús, enviada por Jesucristo a formar al Resto fiel, les reveló los Llamados de Amor y Conversión, que les guiarán en un itinerario espiritual, en una guía de formación y perfección en el Amor de Dios. Dios quiere que sus hijos le conozcan, le amen y se unan a Él. Apóstoles del Corazón de Jesús no basta solo con creer, se debe crecer en el camino a la santidad.
Jesús me envía a revelar a la Obra Magna de su Corazón, por medio de este pequeño instrumento, el camino de perfección a través de los Aposentos de los Sagrados Corazones. La Corona de los Sagrados Corazones, que también es la Corona de Perfección, les ayudará por medio de la oración a profundizar en cada Aposento, a dejarse transformar en cada Aposento, a caminar en la perfección cristiana, hasta vivir la vida del Cielo en la tierra.
Hijos de los Sagrados Corazones, el Espíritu Santo es el primer Aposento de Perfección; el Espíritu Santo cubriéndolos con su Sombra les iluminara y revelará el Amor que Dios les tiene. Yo oro por cada uno de ustedes, para que puedan conocer el Amor del Corazón de Jesús. ¡Oren continuamente la Corona de Perfección de los Sagrados Corazones Unidos!
Les bendigo: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.