Querido hijo, mi Paz te doy.
Querido hijo;
Mi Paz te doy, que la Paz que brota de mi Sagrado Corazón les cubra. Yo vengo ante ti como Rey Misericordioso. Vengo para liberar, purificar, sanar y consagrar.
Amado de mis Llagas, es el día de amor para mis hijos orantes, cómo se goza mi Corazón cuando oran junto a Mí.
Mi querido hijo, quiero consagrar vuestra alma, que deben ser reflejos de Amor y Misericordia para sus hermanos; porque en sus hermanos estoy Yo, y estoy herido, olvidado y solo.
¡Consuelen a mi amado Padre! orando junto a mi Sagrado Corazón, imploren, hijos míos, sin cesar, por la venida de mi Reino. Reino de Amor, de Justicia y Paz.
Te estrecho a mi Sagrado Corazón. Oren para que el Reinado de mi Sagrado Corazón llegue a cada corazón.
¡Sean bienaventurados en mis Rayos Misericordiosos! ¡Gócense con la oración! ¡Aliméntense de mi Palabra y de mi Pan! ¡Vivan en el Amor!
Que el Corazón Doloroso e Inmaculado de María les bendiga a todos.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.