Primer sábado de mes
Queridos hijos, depositen su confianza en mi Corazón Inmaculado y, a través de mi Corazón Inmaculado, depositen su confianza en el Sagrado Corazón de Jesús, para que, caminando a través de mi Corazón Inmaculado encuentren la Paz.
Hijos, están llamados a la santidad. Mi Corazón Inmaculado es esa ayuda que envía el Espíritu Santo para guiar a los hijos del Señor a la santidad, a la fe, a la esperanza.
Apóstoles míos, no se cansen de orar; orando ganan muchas gracias para el mundo entero. Mi Corazón Inmaculado es desagraviado cuando mis hijos oran con fe, con amor, y con un sentido de reparar las ofensas que los pobres pecadores infieren a mi Corazón, pero Yo les amo y les bendigo.
Gracias por vuestros esfuerzos para darme el Fiat, el Hágase, y dejarme actuar en sus corazones según la Divina Voluntad de mi Hijo.
Mi Corazón Inmaculado es vuestra ayuda, vuestra fuerza, vuestra lumbrera, para llegar al Sagrado Corazón de mi Hijo Jesús.
La santidad proviene del Padre a través del Hijo en el Espíritu Santo, y Yo como Medianera y Abogada regalo esta santidad a los hijos que, con fe y disposición, la invocan.
Gracias por responder a mi Llamado.
Les ama y les bendice María Reina de la Paz y del Amor.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.