Queridos hijos:
Mi Mensaje Materno es vuestra esperanza, porque en mi Mensaje les anuncio la única Verdad: a mi Hijo Jesucristo, que es la esperanza misma de mi pequeño Ejército Mariano que camina en este éxodo de corazones, que poco a poco se irá incrementando en esta peregrinación, hacia el Reino Eucarístico de mi Hijo.
Queridos hijos, les pido que oren mucho y que perseveren en vuestras santas intenciones de orar y sacrificarse, porque el mundo necesita de oraciones que suban al Cielo y hagan bajar bendición y misericordia sobre toda la tierra.
Pequeños, oren porque los pueblos se están inclinando hacia el hombre de la iniquidad, que pretende, con falacias y engaños, seducir a muchos hombres para arrastrarlos aún más al pecado.
Queridos hijos, estas calamidades que el mundo está viviendo son parte de las profecías ya anunciadas, los hombres no escucharon al Señor, y ahora el dolor y la desesperación empiezan a esparcirse sobre muchas naciones de la tierra, pero al final mi Corazón Inmaculado triunfará y será la Puerta al Reino Eucarístico del Sagrado Corazón de mi Hijo Jesús.
Pequeños, oren; y con vuestras oraciones y vida de piedad preparen sus corazones. Yo no los dejo solos.
Les amo y les bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.